Disfruta del Parque, Desde Aguamarga hasta San Miguel, desde Carboneras hasta Níjar .
Disfrutar en este increíble espacio es fácil: playas vírgenes y lugares llenos de fuerza volcánica, luz infinita, cielos limpios y fondos marinos llenos de vida y color.
Os recomendamos descubrir el Parque, que para los que vienen de fuera es pequeño y para los que estamos habituados a las distancias cortas nos parece grande por la diferencia que hay entre unos lugares y otros, por su diversidad, variedad y belleza.
Para empezar, el mar es diferente a un lado del cabo o a otro según sople levante o poniente. Esto ya supone una ventaja, si te gustan las olas elige el este del Cabo cuando haya levante y el oeste cuando haya poniente; si te gusta el mar en calma elige el este del Cabo cuando haya poniente y el oeste cuando haya levante.
Más fácil, mira al mar y si quieres lo contrario de lo que hay vete al otro lado del Cabo.
La mayoría de la extensión del Parque pertenece a la Comarca de Níjar y es San Miguel de Cabo de Gata el primer pueblo del Parque desde Almería, considerado un barrio de esta ciudad, aunque para todos es Cabo de Gata, un pueblo de pescadores.
En San Miguel arranca la enorme playa que llega hasta el pie de El Faro, un precioso paseo que nos hará pasar por Las Salinas de Cabo de Gata ¡nada menos! , también un increíble observatorio de los flamencos y otras aves acuáticas.
Recordamos que el paso entre El Faro y los kilómetros de emblemáticas playas vírgenes que lo separan de San José está cerrado al tráfico.
Es desde San José desde donde accederemos a las playas de Los Genoveses, Monsul, El Barronal…y es además el núcleo urbano con más servicios.
Encontraremos el cruce de Los Albaricoques cuando en el cruce que nos lleva a San José, una rotonda con un barco, nos dirigimos en dirección opuesta, hacia Níjar.
Un lugar increíble, con alojamientos estratégicamente situados para disfrutar del campo, del silencio y de la tranquilidad absoluta, escenario de incontables películas, plató natural de los más famosos spaguetti western de Sergio Leone y a un paseo de el emblemático Cortijo del Fraile, del sendero Requena, y del Cerro del Cinto.
Pasamos por La Boca de Los Frailes, un lugar tranquilo que es la entrada natural a esta otra zona del Parque, y por el Pozo de los Frailes, un pueblecito del que arrancan increíbles rutas bajo los conos volcánicos más altos del Parque: los Frailes.
Y después San José, con una playa que arranca en su puerto deportivo, la playa de El Sollarete, y que después se va distribuyendo en pequeñas calas de arena fina y curiosas formas. Al otro lado del Puerto CalaHiguera, y desde San José por la costa se puede ir andando hasta Los Escullos, uno de los paseos más bonitos por la costa.
Entre Las Bocas y El Pozo está el cruce que nos lleva desde Los Escullos hasta Aguamarga por la costa. Aquí cogemos una carreterrita que nos hará descubrir los paisajes más increíbles: palmerales, miradores, los frailes, la tierra invadiendo el mar y el mar invadiendo la tierra… en las dos direcciones.
Dirección a Los Escullos, a la izquierda encontraremos el desvío a Las Presillas Bajas, un pueblecito en alto, desde donde se barcan unas increíbles vistas de toda la Bahía de los Escullos pero en medio del campo, sin ruidos, tan sólo los sonidos de los poquísimos vecinos, los pájaros, en verano las chicharras y los grillos, el canto nocturno de algún búho chico cazando en la noche y el sonido del silencio.
Primero pasamos por Los Escullos, donde podemos alojarnos, tomar algo y en donde encontraremos acantilados fósiles y fondos marinos increíbles que se repiten por toda la costa virgen del parque, alternando la increíble vida que se reparte entre los acantilados y los bosques de posidonia.
Después La Isleta del Moro, donde aún hoy podemos ve como llega la pesca a la costa cada mañana, junto a la Playa del Peñon Blanco.
Después subiremos hasta el mirador de la amatista, para descender hacia el Valle de Rodalquilar, todo un espectáculo que recuerda a los dibujos de los antiguos “atlas” de geología.
Si queremos hacernos una idea de cómo eran las Minas de oro no dejemos de visitar la Casa de los volcanes, ya que sólo con mirar la enorme maqueta nos haremos una idea precisa del increíble movimiento minero que durante la fiebre del oro se vivió en esta tierra. También podemos visitar el Jardín Botánico El Albardinal, que nos dará una idea muy precisa de la vida de las plantas en el Parque.
En Rodalquilar el color del oro se mezcla con una amalgama mineral difícil de describir, con un paisaje increíble y con una costa que incluye una gran playa fósil junto a su playa de arena.
Desde aquí podemos seguir hasta Las Negras, otro pueblecito del Parque lleno de vida y de historia, también de magia y de cine, que es un lugar estratégico en el Parque por estar más o menos en el centro “costero geográfico” del Parque.
Pero si en vez de desviarnos a Las Negras lo hacemos hacia el interior, dejaremos a la derecha uno de los lugares mágicos del Parque: Las Hortichuelas, con sus huertos, sus palmeras y una tranquilidad total, otro espacio para disfrutar del sonido del silencio y de la paz campestre.
Después llegaremos hasta Fernán Pérez, un pequeño pueblecito rodeado de cortijadas e historia.
Segimos esta carreterita y llegaremos por fín a la derecha al desvío a Aguamarga. Por esta carretera estrecha y casi escondida, pasaremos minas de bentonita, campos de esparto, lugares llenos de flores en primavera y paisajes de colores increíble el resto del año. Antes de llegar a Aguamarga, un lugar donde todavía están las barcas en la playa, está el desvío a la Cala del Plomo, una carreterita que circula hasta la costa casi paralela a una increíble rambla llena de plantas aromáticas. Seguimos hasta Aguamarga y allí disfrutamos de un pequeño pueblo con restaurantes en la playa y olor a mar.
El Parque acaba un poco antes de llegar a Carboneras, pero es Carboneras un pueblo más grande y con muchos servicios y una extensa playa urbana que también es elegido por mucha gente para visitar el Parque.
