Los visitantes y vecinos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, ya pueden disfrutar de un nuevo espacio público, rescatado de manos privadas y transformado en mirador al Mediterráneo. Esta suerte de balcón al mar, se ubica en la Punta del Castillo, en San José, próximo a la bahía de los Genoveses.
La apertura de este mirador se ha hecho tras derribar un edificio a medio construir, de apartamentos con piscina, a pie de acantilado. La recuperación medioambiental de la zona ha requerido cuatro meses para el derribo de la edificación y una inversión cercana a los 400.000 euros, que ha permitido devolver a la parcela un aspecto natural. Las obras para la construcción de estas viviendas comenzaron en 1984, pero fueron paralizadas y se convirtió en un edificio abandonado y en estado ruinoso, afectado por la servidumbre de protección de Costas establecida en la ley 22/1988 de 28 de julio y al que, por su estado estructural, no correspondía una habilitación. El Ministerio de Medio Ambiente, a través del Servicio Provincial de Costas, procedió, en una primera fase de las obras, a la retirada de la estructura hasta la cota rasante del terreno natural, para lo que ha sido necesario remover unos 7.400 metros cúbicos de residuos. Una vez retirados los escombros, la Consejería de Medio Ambiente acometió las actuaciones de acondicionamiento previo del terreno, que han permitido posteriormente llevar a cabo la plantación y restauración ambiental de la parcela como mirador, con jardineras, tierra vegetal y rocas volcánicas. Las plantas que se han sembrado son propias de la zona: palmitos, asterisco marítimo y otras especias autóctonas. Para conseguir su integración paisajística, el mirador y la rampa de acceso han sido construidos con mampostería de piedra y dotados de barandillas de madera tratadas con materiales resistentes a los agresivos ambientes marinos, que garantizan la seguridad de los visitantes Entre los muchos atractivos que el Parque siempre ofrece al visitante, el Mirador de Punta del Castillo puede convertirse en parada obligada en las rutas de senderismo hacia los arenales de Mónsul, Genoveses, Barronal o Cala de Los Amarillos.