Impedir que se formen nuevos núcleos urbanos en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Este es el objetivo que se ha marcado la Junta de Andalucía a la hora de elaborar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de este espacio natural.
 |
Por eso, el documento amplía en 1.120 hectáreas la superficie de Cabo de Gata-Níjar sometida a medidas de máxima protección para la reserva de los valores medioambientales que se reparten entre los tres términos municipales que se integran en el parque -Carboneras, Níjar y Almería- y eleva al 18,4 el porcentaje de parajes con la categoría A, que es el mayor nivel de protección que se le puede conceder a unos terrenos. Entre estos terrenos, según concreto, figuran los espacios de Las Amoladeras, Al Jalid (Isleta del Moro), Beisal (Los Escullos), así como varias fincas al noroeste de Carboneras.
Las prioridades que se ha marcado Medio Ambiente son conservar las zonas áridas, las zonas marinas -por las praderas de posidonia- y las estepas cerealistas -por las aves esteparias-; potenciar la agricultura y la ganadería tradicional -que es integrada y no tiene afección en el espacio-; y poner a disposición de las personas que se acercan al parque los elementos necesarios para desarrollar actividades específicas.
Para cumplir con estas prioridades, se ha diseñado una nueva zonificación, que aumenta hasta 9.145 hectáreas -de las que 2.395 son marinas- los terrenos catalogados como ‘A’, que es el mayor nivel de protección. En estas extensiones no se puede hacer nada. La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, explicó que se ha ampliado la protección en la zona marina porque las praderas de posidonias son ‘el sustento de las pesquerías de la zona’.
Asimismo, se han aumentado también hasta 36.533 las hectáreas con grado de protección notable o ‘B’. Se incluyen en este apartado, en el que no se puede construir pero sí desarrollar determinadas actividades que no alteren el medio las áreas forestales, los cultivos cerealistas y las playas urbanas y no urbanas.
Dentro del grado ‘C’ de protección hay varias categorías. Como ‘C1’ se consideran los terrenos en los que se puede desarrollar una agricultura no forzada, de regadío. Medio Ambiente ha decidido reducir de 10.000 a 2.836 hectáreas la superficie con esta protección, ya que al aumentar la protección muchas zonas que se englobaban aquí han pasado al grado de protección notable, dentro de ese objetivo de impedir nuevas urbanizaciones.
Invernaderos
Asimismo, el documento respeta a los invernaderos históricos que se levantaron en el parque antes de que se protegiese, que ocupan 551 hectáreas. También se respetan los núcleos ya habitados, al considerarse que son zonas ya antropizadas.
Asimismo, el nuevo PORN desclasifica la totalidad del paraje de El Algarrobico, donde se levanta el hotel de Azata del Sol, como suelo urbanizable y lo sitúa bajo el grado de protección ‘C3’ como ‘núcleo habitado existente o zona transformada’. Además, eleva a la categoría de zonas de ‘regulación’ las fincas privadas de la Fabriquilla y Marina de Agua Amarga (Níjar) donde se proyecta la construcción de dos urbanizaciones de 15 y 48 hectáreas. Las tres eran zonas urbanizables y con el grado de protección que se les concede ahora -mayor- se concede una herramienta al Ayuntamiento de Níjar para que a la hora de elaborar el Plan General de Ordenación Urbanística -PGOU- pueda frenar el desarrollo de estos parajes.
Por último se encuentran las zonas con catalogación ‘D’, que engloban las áreas ya urbanizadas y los núcleos de población consolidados. En total, con esta catalogación hay 352 hectáreas del parque, lo que quiere decir que sólo el 0,2 por ciento de este espacio natural se podrá construir en los próximos ocho años. Así, en este periodo sólo se podrán urbanizar unas 40 hectáreas más -pues en la actualidad hay unas 310 ya urbanizadas-, con el objetivo de que los núcleos consolidados puedan crecer como cualquier municipio del resto de la provincia y no se queden estancados.
Problemas anteriores
Según detalló la consejera, se han incrementado ‘notablemente’ las áreas de protección en el Parque para ‘dar respuesta a problemas creados con anterioridad a que se declarara este espacio natural.
El alcalde de Níjar, Antonio Jesús Rodríguez, pidió a la Junta que apruebe el PGOU del municipio para ‘dar solución’ a los propietarios de terrenos de La Fabriquilla y Marina de Aguamarga, donde están proyectadas dos urbanizaciones con 150 y 350 viviendas respectivamente. Tras conocer que el nuevo PORN retira la calificación de urbanizable a sendas fincas, confirmó que existe ‘un primer entendimiento’para no desarrollar estos proyectos, pero subrayó que ‘todo pasa por un acuerdo de compensación’.
Terra Actualidad – VMT
