Ahora disfrutamos del paisaje junto a la Playa de La Media Luna o de Monsul, hasta hace poco eclipsado por vehículos.
Sí algo cambió definitivamente el día que se construyó el aparcamiento público y la pasarela de acceso a las Playas de Monsul y Media Luna fue el paisaje, uno de los grandes valores del Parque Natural de Cabo de Gata Níjar. También cambió definitivamente el uso y disfrute de las playas que ocupan desde el Molino de Genoveses hasta Cala Carbón en los meses en que su carga era insostenible, llegando a situaciones de degradación y deterioro del medio que ponían en peligro esta Reserva de la Biosfera y que podían dar lugar a situaciones difíciles en las que el colapso estival no permitiera llevar a cabo labores de socorro o de mantenimiento y limpieza del entorno.
Estos casos de aglomeración y degradación aún se dan puntualmente en parajes de igual valor y belleza. Nuestros visitantes hacen un montón de kilómetros para visitar las últimas playas vírgenes del Mediterráneo en el Parque Natural Marítimo Terrestre de Cabo de Gata – Níjar y no para encontrarse inmersos en un atasco o en una playa abarrotada. Por todo ello hay que evitar situaciones que en nada favorecen al Turismo Sostenible ni a la conservación del parque, un espacio natural protegido del que nacen los recursos vitales de sus habitantes a través de los servicios turísticos que ofrecen, una “especie” la humana a tener muy en cuenta; en palabras de Pablo Rivas, técnico en geología y representante del Geoparque Cabo de Gata-Níjar “Los Geoparques no tratan sobre rocas, tratan sobre las personas” .
En Enero de 2014 y durante el desarrollo del curso “Bases para la Adaptación al Cambio Global y Climático: Turismo Sostenible y Pesca Artesanal. Nuevos Retos en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar”, tuvimos ocasión de conocer el Plan ”Uso público y Plan de Movilidad Sostenible en el Parque Natural Cabo de Gata – Níjar.” presentado por el entonces Director Conservador del Parque Juan Manuel Quero Fernández de Molina.
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La implantación de medidas del plan de movilidad marcará un antes y un después para un Parque Natural de 53 kilómetros de costa y 50.000 hectáreas en el que conviven más de mil especies de flora y fauna, uno de los mejores ejemplos de la conservación de litoral virgen del Mediterráneo.
La regulación del tráfico se extenderá al Playazo, Cala del Plomo, Los Escullos y La Isleta en 2015.
Los coches tienen que ir alejándose de las playas evitando el deterioro de hábitats sensibles y contribuyendo a un mejor disfrute de los espacios y el Plan de Gestión de la Movilidad ha tenido en cuenta la necesidad de garantizar a los usuarios que visiten el parque que su estancia en las playas, la zona costera y los núcleos suponga una experiencia singular y satisfactoria en concordancia con los valores del espacio natural. Es una solución integral que se nutre del modelo que se viene aplicando en las playas de Monsul y los Genoveses por el que se establece una zona de aparcamientos en la que una vez sobrepasada su capacidad de vehículos se inicia el enlace a través del transporte público de autobús que normalmente está en el núcleo urbano más cercano.
Los principales nodos del modelo en el que trabaja la dirección del parque, con el Director Conservador Emilio Roldán a la cabeza, son los intercambiadores, los aparcamientos de disuasión y las zonas de estacionamiento en playas. También se contemplan áreas de servicio de temporada, en horario diurno, que serán desmontables pero la primera medida será alejar los vehículos del área de reposo de las playas para poder aplicar después el trasvase de personas hacia los modos de transporte alternativos. A continuación tocaría la ejecución de la red de carriles bici para después pasar a las nuevas líneas de transporte público interurbanas y urbanas así como en última instancia los recorridos marítimos de servicio regular entre Las Negras, San Pedro y Agua Amarga y otro de carácter recreativo para el enclave comprendido entre San José y Carboneras con escalas en la Isleta, Las Negras y San Pedro.