Cine y Silencio:¡Silencio se rueda! , nunca mejor dicho.
Cuando llegas a esta tierra, una de las cosas que más puede llamar tu atención es el silencio. Por eso, acostumbrada a este silencio, no me extraña que alguien que hace una película en la que el silencio habla, elija este paisaje. Un paisaje inundado de un silencio, dependiendo de la época, del tiempo o de la hora, lleno de mar, de pájaros, de viento, de grillos, de chicharras…
Tampoco es de extrañar que alguien decida hacer su película en un lugar donde es difícil que pases una semana sin encontrarte con un rodaje, sin embargo me llama mucho la atención que el director de “La Mitad de Oscar” diga estar influenciado por John Ford, ya que cada dos por tres hablamos de “el cielo según John Ford” para referirnos a los cielos a que nos tiene acostumbrados el Parque como parte de su peculiar paisaje. Dice además el director de la película Manuel Martín Cuenca: “primero fue el paisaje y después los personajes” .
Como siempre he preferido que me hagan sentir a que me hablen de sentimientos, el planteamiento de este director se me ha hecho interesante. Una naturaleza auténtica, desnuda y volcánica hace que la fuerza de la tierra te ponga frente a tí mismo casi sin escapatoria, como a estos personajes a los que sus propios sentimientos no les dejan un lugar donde librarse de ellos.
La belleza no es una, y es esta una belleza diferente y bruta que no deja indiferente a ningún creador y, en siglo XXI, la mirada de los que hacen cine también es distinta. Cada vez tenemos más referencias cinematográficas fuera de los clásicos western y largometrajes emblemáticos, con esta mirada creo que muchos descubrirán un “Parque” diferente.
