Entrevista a Ramón Esteban del Club de Buceo Isub San José
-Tenemos la sospecha de que tienes branquias ¿es eso cierto?
No, no tengo, de hecho la mayoría de las veces que buceo uso botellas para permanecer más tiempo en el fondo.
-Carbonero, Cartagenero, Cabogatero… ¿te sientes de algún sitio, del Mediterráneo tal vez?
La verdad es que después de unos inviernos de muchos kilómetros a la espalda, cada vez que paso un poco de tiempo fuera y llego a San José, sea de noche o de día, tengo una sensación muy agradable que otros sitios no me producen con tanta intensidad. Otros lugares de la zona norte del Parque y Carboneras generan en mi nostalgia, en especial calas y puntos de inmersión.
-Muestras el mismo entusiasmo conduciendo a los buceadores al Vapor a más 30 metros de profundidad que llevando a los niños a hacer Snorkel ¿el mismo entusiasmo por actividades tan diferentes?
No creas, es mucho mejor llevar a los niños a hacer snorkel.
El Vapor, pese a ser espectacular, nunca te deja bajar la guardia, puede ser una inmersión bastante complicada, y aunque el buceador siempre sale emocionado, tu solo compartes esa emoción al salir a superficie.
Los niños te hacen sentir que lo que haces es más importante, puedes abrirles los ojos hacia otro mundo, hacerles de anfitrión, que lo quieran, y que lo disfruten como yo hice en su día.
-El sueño del ser humano es poder respirar bajo el agua, como poder ir a la luna, sin embargo muchos de los mejores buceadores acabáis haciendo apnea ¿soltar lastre, volver a los orígenes…?
En mi caso, sí es así.
Mi primera relación con el mar fue en apnea, hacia pesca submarina. Lo aprendí de mi padre, y me frustró, debido a que mis pesquerías nunca tuvieron piezas tan grandes como las suyas. Esto me llevó a querer ver meros de tamaño mítico, de 20 o 25 Kg y que al final me llevó a bucear con botella. Desde que hice el curso, hasta que bajé al Vapor no conseguí ver ninguno. Ya me había dado cuenta de que si lo que quieres es ver, no tiene sentido pescarlo.
Después de unos años retomé la apnea, y la verdad es que proporciona sensaciones de deslizamiento, hidrodinamismo y silencio que no tienes con botella.
Ha sido un reto, al principio mis metas eran bajar a puntos de buceo conocidos, guardo con mucho cariño un trocito de cartón con un -40 y la fecha, que mis compañeros de trabajo me regalaron la primera vez que llegué al fondo del vapor. También conservo arena del fondo de este en unos tarritos de cristal en mi salón de mis primeras bajadas.
Mi monoaleta fue un regalo de cumpleaños que me hicieron entre amigos y compañeros que me ayudó mucho a progresar.
Ahora tenemos la suerte de tener a dos grandes apneistas en nuestra tierra, y con los que intento salir para seguir aprendiendo.
-¿Cuánto tiempo llevas enseñando a la gente el fondo del mar?
Realmente ya lo hacía con amigos antes de empezar a trabajar en ningún centro de buceo, pero profesionalmente, desde 1995 que empecé a trabajar en el centro de buceo de Aguamarga.
-Mucho tiempo desde que empezaste con Isub ¿mucha suerte o mucho trabajo?
Las dos cosas, tenemos suerte por estar en un lugar privilegiado, pero como en todo, los comienzos no fueron fáciles, tuvimos además de los problemas de empezar una actividad, otros añadidos como relaciones difíciles con el puerto, que nos hicieron trabajar aún más, y que por suerte desde hace años ya, son muy buenas.
-(que no nos oiga Antonio pero lo vuestro parece un matrimonio bien avenido, profesionalmente hablando claro)
Tener de socio a Antonio también es una suerte, nos complementamos muy bien, y a pesar de que la gente me suele decir que tengo mucha paciencia, creo que quien realmente la tiene es el, que me lleva aguantando más de trece años.
-¿Recomendarías salir al mar a todo el mundo o crees que es mejor pensar en las capacidades de cada uno?
Salir al mar es una experiencia que nadie debería perderse, siempre hay soluciones para conseguir que sea agradable sean cuales sean las capacidades, solo hay que dejarse guiar por algún profesional y hacerse sin prisa..
– El buceo se tiene por un deporte elitista ¿Es muy caro bucear?
Desde luego no es muy económico, normalmente se hace con centros de buceo, que necesitan una infraestructura que es cara de mantener, pero yo no lo consideraría elitista. En Isub con tu propio equipo puedes bucear desde 19 €, y sin él desde 35 €, después de haberte sacado el curso.
– Bajo el mar ¿dependes más de los medios técnicos o de tu preparación?
De tu preparación, o mejor de tu formación, el buceo es un deporte que necesita de unos instrumentos para poder practicarlo, pero sin formación no siempre se puede hacer de manera segura.
– ¿Qué tiene el PN Cabo de Gata Níjar para ser el único Parque Natural Marítimo de Andalucía?
Realmente, fue el primero, pero no es el único, en el estrecho tenemos otro. Tenemos muchas cosas, pero lo que realmente pueda destacar de otros lugares de Andalucía, son las praderas bien conservadas de posidonia oceánica, con todo lo que esto conlleva.
– ¿Qué es una “georruta submarina”?
Es un punto de inmersión de los que hemos hecho siempre, al cual después de interpretar y aprender sobre el paisaje emergido, se le da continuidad en la parte sumergida, dando una visión global, y añadiendo así los valores geológicos a los biológicos de ese punto de inmersión.
-Hay una edad mínima para empezar a hacer submarinismo ¿pero hay una edad máxima?
Siempre que haya salud, no. El buceo es un poco más aparatoso que el senderismo, pero en definitiva es lo mismo pero bajo el agua.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Es difícil, hay muchas cosas. Desde el lugar donde lo realizo, las emociones que genera en las personas que se meten en el agua por primera vez, el sentirme anfitrión con los buceadores con un poco más de experiencia, y muchas más, hasta llegar a merecerme la cervecita fresquita después de una dura jornada al sol y sal.
-¿Qué es lo que más te preocupa?
Que llevamos muchos años tratando de romper la estacionalidad y que la crisis nos está ganando esta batalla.
-¿Llevas tu profesión docente al buceo y viceversa?
Empecé a trabajar antes de profesor de buceo, y en ocasiones cuando he tenido alumnos buceadores con dificultades, me han ayudado mucho mis vivencias en la carrera para ayudarles a superarlas. A su vez cada vez que tengo oportunidad, en las clases de educación física, hago referencias al buceo.
-Eres un gran fotógrafo submarino ¿nos dejas alguna imagen para esta entrevista?
No, no lo soy aunque lo intento, la que quieras.
– Colaboraste, entre otros muchos, con el Proyecto Life Posidonia ¿un gran proyecto?
Sí, por su puesto. He tenido la suerte de aportar mi granito de arena, diseñando un curso para obtener la especialidad de buceo en posidonia, para que los buceadores se conciencien sobre su importancia y demás aportamos fotos y videos con los que se ha creado mucho material divulgativo para la exposición itinerante.
-¿Quieres añadir algo?
No se me ocurre nada ahora mismo
-Por si no lo sabes eres alguien muy querido en el Parque ¿sonrojado?
Lo noto y lo agradezco, sí
-¡Gracias Ramón!
De nada